Por fin revelé unos cuantos carretes que esperaban ver la luz desde enero.
Ya no es tiempo de bufanda, ya hace mejor temperatura; la sensación de frío y desabrigo me encantan en las fotos...menos en la vida real.
Este fue un invierno duro, frío, infinito...con las manos pegadas al radiador eléctrico...sin embargo, justo cuando parecia no terminar nunca, terminó.
sábado, 25 de abril de 2009
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